Cristina de Suecia
La Mujer como heroína
CRISTINA
|
Sébastien Bourdon (1654) |
Cristina de Suecia (1626-1689). Un patito feo, pero luminosa estela cultural de la realeza sueca. De adolescente ya vestía y se comportaba como hombre. Con 24 años se la
corona reina, aunque de hecho lo fuera desde los seis, pero pronto se cansa de
serlo oficialmente, abdicando de forma palmaria y abandonando, en 1654, el trono sin revelar la causa de su decisión. Amor?
Estuvo prendada y embelesada con su ayuda de cámara y prima, Ebbe “la bella”, o
¿lo fue por sufrir de su sequedad física para dar herederos? Es cierto que también
tuvo amoríos con hombres y mujeres, según cuentan las crónicas. Greta Garbo,
otra mujer de tendencia homosexual, borda su perfil, aunque lo enmascara con su
devaneo con el entonces embajador de España,
Antonio Pimentel de Prado, en la película del mismo nombre de 1933. Pero,
lo cierto es que Cristina ha dejado huella en la cultura europea, con su
merecido título de la Minerva del Norte
y por su conversión al catolicismo, lo cual no perdonaron sus paisanos suecos. Estocolmo
y Upsala vivieron una época de esplendor cultural auspiciado por Cristina, como
lo hizo, más tarde, en Roma, después de abdicar y en todas
aquellas ciudades de Europa en las que vivió y se le dio asilo y protección. Descartes,
Scarletti, Corelli y Bernini gozaron de su mecenazgo, al igual
que el Museo del Prado se vio
favorecido con muchas de sus donaciones de pintores, con cuadros de Durero y
Bourdon, entre otros. Sus restos descansan en la Basílica de S. Pedro de
Roma.
|
Jörger Von Tollet (1657) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario